Calibrar es básicamente comparar. Se compara la indicación del instrumento en cuestión contra un patrón, en un momento dado, bajo ciertas condiciones.

Según la norma IRAM 301- ISO 17025 un certificado de calibración no debe tener fecha de vencimiento, excepto que haya sido acordado con el cliente.

La respuesta a esta pregunta es algo subjetiva, por lo general se adopta lo que declara el fabricante del instrumento. Pero muchas veces puede adoptarse otro periodo de calibración dependiendo de las especificaciones de alguna norma, por criticidad del proceso donde se utiliza el instrumento o bien por criterios propios del usuario.

Cuando calibramos un equipo no significa que este pasará a “medir correctamente” después de la calibración. Lo que podemos afirmar es que sus errores e incertidumbres serán conocidos.

Luego de esto puede o no procederse a realizar un ajuste, siempre y cuando sea posible y el cliente esté de acuerdo.